Encuentro con Krishnamurti

“La verdad es una tierra sin caminos”

Sobre Religión y Creencias

La religión es un estado mental en el que se tiene conciencia de todos los conflictos de la existencia humana, que pone orden en nuestra vida cotidiana. Dios es la invención del pensamiento. Dios se construye a través de nuestras desesperaciones, miedos y ansiedades. Cuando se rinde culto a algo que el pensamiento ha creado, sigue estando dentro del campo de la confusión. Según diversas doctrinas, Dios ha creado al hombre, pero si lo miras de cerca y con seriedad, el hombre ha creado a Dios a su imagen y semejanza. Hay quienes dicen que no se puede entender a Dios, y por eso llaman al mismo principio lo innominado, lo intemporal, lo incognoscible, etc. Pero lo importante es que queremos seguridad. No sólo exigimos seguridad exterior, que es natural, sana y necesaria, sino que también exigimos seguridad psicológica, interior, en nuestras relaciones con los demás. Tal vez no haya seguridad en el otro, y por eso exigimos seguridad más allá de toda relación humana. Entonces inventamos, armamos la idea de que hay una entidad, una figura paterna o materna que nos cuidará, nos sostendrá, nos protegerá en nuestros problemas, miserias y depresión. Así que rezamos a esa entidad que el pensamiento ha creado. Volvemos al mismo campo, porque el pensamiento ha creado esta superentidad y ha creado la confusión, la miseria, la depresión, la pena, la ansiedad, etc. El contenido de nuestra conciencia está formado por el pensamiento, con sus creencias, miedos, rituales y demás. Así que el pensamiento es responsable del miedo, de la oración, de ese Dios supremo inventado. El pensamiento es el hilo conductor de todo esto, y es necesario, si queremos profundizar en ello, comprender la naturaleza del pensamiento.

De la entrevista 2 de Gary Null en Brockwood Park, 17 de octubre de 1980

Nuestro Encuentro

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La percepción sin la palabra, que es sin pensamiento, es uno de los fenómenos más extraños. Entonces la percepción es mucho más aguda, no solo con el cerebro, sino también con todos los sentidos. Tal percepción no es la percepción fragmentaria del intelecto ni el asunto de las emociones. Puede llamarse percepción total y es parte de la meditación. La percepción sin el perceptor en la meditación es estar en comunión con la altura y la profundidad de lo inmenso. Esta percepción es completamente diferente de ver un objeto sin un observador, porque en la percepción de la meditación no hay objeto y por lo tanto no hay experiencia. Sin embargo, la meditación puede tener lugar cuando los ojos están abiertos y uno está rodeado de objetos de todo tipo. Pero entonces estos objetos no tienen ninguna importancia en absoluto. Uno los ve pero no hay un proceso de reconocimiento, lo que significa que no hay experiencia.